10 mayo 2008

Pobres, pero honraos


Hace tiempo que no publico nada por aquí y no pensaba hacerlo hasta que estuviese algo menos liado (no es que me curre mucho los posts, es que me olvido hasta del blog cuando un proyecto me absorbe), pero esto que acabo de encontrar no tiene precio.

La insistencia en el profesor es natural: los chicos son unos guarretes, ya se sabe, menos mal que las chicas son otra cosa.

Me es casi imposible decidir mi frase favorita del artículo (no tiene desperdicio), así que os dejo una de ellas y os invito a destacar en los comentarios (¿hay alguien ahí?) la vuestra:

Es fundamental verse bien delante de sus autoridades y de sus alumnos. La presentación personal va más allá de la marca de ropa o el reloj de última moda, aún así no tenga la posibilidad de acceder a los centros comerciales más prestigiosos, siempre es posible acudir con la vestimenta limpia y bien planchada. Los alumnos simplemente observan la presentación de su profesor, sin importarles la marca o el precio.

Bueno, esta tampoco está mal:

Las autoridades de cada escuela o centro de idiomas establecen sus exigencias en cuanto a la presentación personal de los profesores. En la mayoría de ocasiones tienen que asistir vestidos de manera formal. Es decir, en el caso de los hombres, con terno y corbata; y las mujeres, con trajes de dos piezas o sastre. Lo principal que se debe buscar es que los profesores se sientan cómodos a la hora de desarrollar su trabajo.

Aquí sí. De hecho, tengo siempre un par de ternos con su corbata a juego para sentirme de lo más cómodo (nunca se me habrá visto por ahí con incómodos vaqueros ni camisetas gastadas).
Por cierto, es raro, no recuerdo ahora a ningún profesional de ELE vistiendo de Prada, Gucci o Valentino. Con los sueldazos que se ganan, ya podían depurar un poco el estilo, digo yo.

3 comentarios:

Lola Torres dijo...

Qué miedo...¿tendré qué renovar mi armario?
El caso es que en varias ocasiones alumnos me han regalado ropa y no sé yo si es el típico regalo. Eso sí, era ropa nada formal...

Teresa de Santos dijo...

¡Dios mío! Todo el texto es antológico, pero el nuevo concepto de estrategias de enseñanza-aprendizaje es impagable: "El profesor de idiomas tiene que saber utilizar todas las estrategias en beneficio del aprendizaje de sus alumnos. Y, si la distracción reina a la hora de la respetiva clase, entonces, puede utilizar su imagen para captar la atención de sus alumnos y que ellos luego se interesen por el tema del día".

En cuanto a la moda dictada por esas extrañas autoridades, qué decir: que no le llegan a la suela del zapato (bajo) a mis "mandos" del Colegio Menor de la Sección Femenina del Movimiento "Emperador Teodosio", donde me alojaba y educaba yo en mis años de bachillerato. Ellas al menos nunca hubieran apelado a la comodidad del tal traje sastre: "Las autoridades de cada escuela o centro de idiomas establecen sus exigencias en cuanto a la presentación personal de los profesores. En la mayoría de ocasiones tienen que asistir vestidos de manera formal. Es decir, en el caso de los hombres, con terno y corbata; y las mujeres, con trajes de dos piezas o sastre. Lo principal que se debe buscar es que los profesores se sientan cómodos a la hora de desarrollar su trabajo".
Señor, señor.
Saludos,

Teresa

Unknown dijo...

He de confesar que ahora me encuentro ante un gran dilema: mañana no sé si asistir a clase con un trajecito sastre o con mi aro en la nariz, porque las dos cosas como que no.
Sin desperdicio el textito.