Esta tarde he podido volver a comprobarlo buscando una galleta para el café (en realidad tenía en mente las galletas "María" de nuestra infancia) en el armario de la cocina.
Como no soy muy de meriendas, y el mercado ha cambiado tanto desde aquellos atracones vespertinos de ColaCao, tuve que ir leyendo los nuevos envases, desconocidos para mí.
Después de trastear un momento, me encuentro en las manos una caja de cartón color canela tostado que reza:
"Digestive" (Deliciosas Galletas de Trigo, cubiertas de chocolate con leche)
Lo abro. Tiene una curiosa cremallera de cartón: la moda del abrefácil.
Durante la primera galleta (y mientras sube el café) , me percato de que junto a la información nutricional, hay un pequeño tesoro redactado en uno de los laterales:
Me pregunto si es que uno está ya adiestrado a seguir estos rastros, o si es un tic de hablante nativo, pero en la primera lectura, algo no cuadraba (las galletas son redondas).
Durante la segunda galleta (ya con el café movido, guardando otra vez la caja en el armarito y sopesando la posibilidad de poner una más en el platillo), hago la inevitable corrección mental: "... no significa que la galleta contenga..."
Echo un vistazo de nuevo a la cajita. La redacción es impecable. Ni un acento, ni una coma fuera de lugar. No es normal, ni siquiera en las marcas de cierto prestigio (no quiero recordar la publicidad de Telefónica, que estoy comiendo).
Tercera galleta (al final sí que me quedé con una más).
El juego del indicativo junto al color de la caja y la forma en que está escrita la frase, es excepcional. Una lectura rápida del ojo proporciona esta información: nombre inglés / galleta contiene / digestivas.
La construcción normal en subjuntivo que pedía la frase habría roto el mensaje.
Presencia en Internet
Mientras preparo la reflexión gramatical, que dejo para otro día, me meto en el ordenador y busco la presencia de las Galletas maría en la red. Prtonto me percato de que seguir la presencia de las galletas de toda la vida en Internet es tarea punto menos que imposible.
El enlace a Fontaneda. net remite a libros de gramática (qué casualidad) aunque en este caso, en euskera.
Quien busque galletasfontaneda.com , llegaraá a un site vacío del contenido al que parece aludir el referente, situado en el primer lugar en la búsqueda de Google y que remite a una página general de enlaces de pago.
Existe un Spaces Live: "Galletas Fontaneda, la guarida de la testosterona hambrienta de ti", abandonado en 2005 (probablemente por un bajón definitivo de testosterona).
La galleta caliente. Parece que nadie quiere hacerse cargo de las "Buenas María". El grupo Siro, que compró la marca en 2002, y que prometió que la marca remontaría de los problemas económicos, parece que tuvo que claudicar en favor de Kraft Foods, en cuya web tampoco se encuentra ninguna traza de las galletas artesanas que marcaron época.
Para E/LE
Lo abro. Tiene una curiosa cremallera de cartón: la moda del abrefácil.
Durante la primera galleta (y mientras sube el café) , me percato de que junto a la información nutricional, hay un pequeño tesoro redactado en uno de los laterales:
La palabra "Digestive" es el nombre inglés
original y no significa que la galleta contiene
características dietéticas digestivas.
original y no significa que la galleta contiene
características dietéticas digestivas.
Me pregunto si es que uno está ya adiestrado a seguir estos rastros, o si es un tic de hablante nativo, pero en la primera lectura, algo no cuadraba (las galletas son redondas).
Durante la segunda galleta (ya con el café movido, guardando otra vez la caja en el armarito y sopesando la posibilidad de poner una más en el platillo), hago la inevitable corrección mental: "... no significa que la galleta contenga..."
Echo un vistazo de nuevo a la cajita. La redacción es impecable. Ni un acento, ni una coma fuera de lugar. No es normal, ni siquiera en las marcas de cierto prestigio (no quiero recordar la publicidad de Telefónica, que estoy comiendo).
Tercera galleta (al final sí que me quedé con una más).
El juego del indicativo junto al color de la caja y la forma en que está escrita la frase, es excepcional. Una lectura rápida del ojo proporciona esta información: nombre inglés / galleta contiene / digestivas.
La construcción normal en subjuntivo que pedía la frase habría roto el mensaje.
Presencia en Internet
Mientras preparo la reflexión gramatical, que dejo para otro día, me meto en el ordenador y busco la presencia de las Galletas maría en la red. Prtonto me percato de que seguir la presencia de las galletas de toda la vida en Internet es tarea punto menos que imposible.
El enlace a Fontaneda. net remite a libros de gramática (qué casualidad) aunque en este caso, en euskera.
Quien busque galletasfontaneda.com , llegaraá a un site vacío del contenido al que parece aludir el referente, situado en el primer lugar en la búsqueda de Google y que remite a una página general de enlaces de pago.
Existe un Spaces Live: "Galletas Fontaneda, la guarida de la testosterona hambrienta de ti", abandonado en 2005 (probablemente por un bajón definitivo de testosterona).
La galleta caliente. Parece que nadie quiere hacerse cargo de las "Buenas María". El grupo Siro, que compró la marca en 2002, y que prometió que la marca remontaría de los problemas económicos, parece que tuvo que claudicar en favor de Kraft Foods, en cuya web tampoco se encuentra ninguna traza de las galletas artesanas que marcaron época.
Para E/LE
- El enigma "Digestive" parece que no ha pasado desapercibido para otros bloggers, lo que nos permite acceder a un texto dialogado, que siempre viene bien.
- El excelente anuncio de la marca, que seguro que sirve en las clases de E/LE (o por el placer de ver cómo las manos dibujan sobre la arena ¿o es harina?)
1 comentario:
Esas galletas hacen de mí la perfecta consumista. Aún sabiendo la historia de las "digestive" desde hace tiempo, me autoconvenzo de que la palabra digestive parece sana...
Al menos compro las de Hacendado, marca blanca de Mercadona, que al menos hacen más digestiva su compra.
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